ahorrar en ropa
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Una de las grandes virtudes del libro de Marie Kondo es aprender a doblar la ropa, para que ocupe menos en tu armario.
Los bebés son una bendición... ¡pero cara! Estos consejos te ayudarán a ahorrar en la ropa, más teniendo en cuenta que crecen cada día
¿Sabías que la ropa blanca debe estar al sol y la de color a la sombra? Este y otros 11 trucos más AQUÍ.
Podemos ahorrar en la ropa de nuestros hijos de diferentes maneras: reutilizándola, con ropa de segunda mano, heredada… #padres #ahorrar
¿Piensas que ya no te caben más calcetines en el cajón? Eso es porque no los doblas de esta manera.
Un truco muy rápido para mantener la ropa siempre ordenada en el armario. Prestad atención porque solo nos va a llevar dos segundos.
Imagen: Hosebagman/Flickr La ropa vieja es un plato que, sobre todo en el caso de España, se prepara con sobras de otros guisos. En Latinoamérica, principalmente en Cuba, es un plato muy tradicional que no se realiza tanto con sobras, sino que tiene como base carne de vaca rasgada o mechada (que asemeja a trozos de ropa desgarrada o vieja) que se acompaña de frijoles, arroz y/o verduras. En. ...
La gestación ha provocado que apenas entres en tus pantalones de siempre, ni siquiera en los que te compraste para los primeros meses. Te damos un truco en vídeo para remediarlo.
Una buena manera de ahorrar y customizar la ropa de nuestros hijos es haciéndola nosotros mismos. Patronesmujer nos lo pone fácil con este tutorial para hacer una camisa preciosa
Hacer una compra responsable, cuidando de tu bolsillo, es también una forma de proteger nuestro planeta. Vivir en una sociedad consumista nos ha llevado a una situación muy delicada respecto a nuestro planeta. Por eso, muchos nos resistimos a dejarnos llevar por la fiebre de las compras, aunque es cierto que necesitamos adquirir algunas cosas de vez en cuando. Esto es lo que sucede con la ropa, d ...
Comprar ropa de 2ª mano es interesante por varios motivos. Veamos cuáles son
¿Qué podemos hacer con un paraguas que se ha roto? ¡Fijaos!
En los países desarrollados, estamos rodeados de cosas y no es necesario pagar para fomentar cosas nuevas. Vivimos en una cultura del exceso y el sistema está diseñado para que sientas un sinfín de necesidades materiales.