¿Qué motivos tienes para qué siempre sonrías?
No te entiendo, perdiste a tus padres, hermana, madrina y marido
y aún sigues dándonos ánimos a todos,
es como si esas pérdidas no te dolieran,
como si tú no te lo quisieras creer.
Y yo, tomando un sorbo de café, le contesté:
Sé que he perdido a todas esas personas que amaba,
se han ido y ya no podré abrazarlas más.
Pero... ¿sabes qué?
A ellos les gustaba verme sonreír,
siempre intentaron hacerme feliz
en los días que yo estaba triste,
ellos me daban ánimos y fuerza para seguir adelante.
Ahora que ya no están aquí,
desde el cielo me siguen transmitiendo esas fuerzas y
esos ánimos para verme feliz.
Ahora son mis ángeles y viven dentro de mi corazón
y eso me da fuerzas y ganas de sonreír.
Mi sonrisa es por ellos y para ellos.
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