Descubriendo la costa de Oia
Un cielo plomizo cubría los primeros rayos de sol sobre la villa costera de A Guarda. Nos despertó el frescor salino sobre la piel, una liviana ducha para activarnos y afrontar la etapa del Camino de Santiago Portugués de la Costa hasta Mougás. Las siluetas de gaviotas haciendo picados sobre un mar en calma llamaban nuestra atención durante nuestro desayuno. Resuelto la matutina rutina de acumul...