A los veintitantos
Ayer, mientras frotabas una mancha del suelo del baño con todas tus ganas, te paraste y te diste cuenta de que cada vez te pareces más a tu madre.En algún momento, eso de “madurar es para la fruta” ha quedado en el pasado, y ahora te vas pronto a dormir, ves el telediario y haces listas. Haces listas de todo, de la compra, de lo que tienes que meter en la maleta, de los gastos del mes. Listas, lis...