· cierra los ojos ·
Cierra los ojos, el silencio te invade, solo se rompe por el movimiento incesante de un telar y de una vieja rueca de madera. Estamos en el zoco de los tejedores a primera hora, cuando las alfombras comienzan a colgarse de las paredes, cuando las handiras lucen más bonitas con los primeros rayos de sol y cuando los cojines de kilim comienzan a amontonarse a las puertas de cada puesto. Los tejidos...