Mi sexto día de la madre...
7.30 am De un salto el piojo se cuela en la cama, como siempre y para no perder la costumbre, su compañero de aventuras desde hace cinco años, la otra mitad de mi comando piojo, lo acompaña y me lame la cara como señal que también está ahí. El piojo me dice algo pero, para ser sinceros, no sería capaz de decir si me ha revelado la solución para los problemas del mundo o, solo me ha dicho: hazme un...