Cuando los humanos aún comprendían el lenguaje de la naturaleza, vivió, en una remota aldea del centro de África, un gran cazador. Cierto día, yendo tras las huellas de un … Sigue leyendo →
Martes de cuento
Lo que a simple vista parece lógico, cuando te paras a pensarlo detenidamente no lo es tanto.
Ciertos saltos, según en qué dirección se dan, permiten llegar a lo más alto.
Un proyecto en común puede fracasar por falta de diálogo. Imaginar lo que no es, hará que nos perdamos grandes cosas.
Anaxágoras decía: «Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía». Si nos creemos más listos que los demás, quizá acabemos siendo más tontos que ellos.
No midas lo que das o te dan tus amigos, sino la satisfacción que te produce lo que compartes con ellos, sea mucho o poco.
A nuestra amiga la Pequeña Hada le hace falta un poco de paciencia. En su tercera aventura, ha llenado Isla Imaginada de magdalenas flotantes.
No siempre lo que parece un negocio redondo lo es. Antes de decidir, debemos calibrar muy bien las consecuencias.
Ser curioso y preguntar es un gran método para aprender y mejorar. Y si no lo creéis, creed al elefantito de esta historia.
El error de un granjero y la imaginación de un tigre cambian las cosas.
Esta gata buscaba al ser más espléndido de la selva y, por fin, dio con él.
Aunque las cosas siempre se hayan hecho de la misma manera, cada uno debe elegir y recorrer su propio camino, aun y a riesgo de equivocarse.
Si no aprendemos a conocer y a valorar las diferencias, perderemos la riqueza que nos pueden aportar aquellos que son distintos a nosotros.
Llorar puede ser muy dulce. Si no lo creéis, leed la historia de Ambrosio, cuyas lágrimas eran pura ambrosía.