Todo al rojo
He perdido la cuenta del número de noches que llevo sin dormir. Noches interminables de cambiar pañales y lavar pijamas, saquitos, sábanas y hasta cubre colchones. Noches de calmar llantos, dar suero y poner chupetes. Baby maripepa empezó la guardería hace dos semanas. Un par de días después empezó la debacle. Virus, claro, es inevitable. Y si a eso le sumamos los dientes tenemos juerga asegurada. ...