EL GIGANTE ENAMORADO – (Cuento de verano).-
Era una oscura noche de verano iluminada aquí y acullá por pequeños puntos de luz que titilaban en el cielo. La luna, convertida en apenas un diminuto gajo de limón, dormitaba complacida con la calma reinante. De repente, un soplido de plata pareció cortar el éter en dos trozos. Tal ímpetu llevaba aquel cuerpo estelar que en su loca carrera perdió algo de sí mismo. El pedazo incandescente cayó en...